
Ayer recibí una llamada para ver si tenía ropa vieja para regalar a los niños pobres, me dio mucha pena no poder ayudar pero de repente me acordé de mi amiga la finesa Riitta Päiväläinen, que por querer romper el record en diéresis en una palabra adoptó un nombre tan extraño que no es famosa, de hecho está en una batalla legal para que la wikipedia la tome en cuenta (al menos está en facebook).
En fin, Riitta, que nosotros sus amigos la llamamos por cariño Conchita, es una compradora compulsiva de ropa pero llegó al punto en que ya no sabía que hacer con ella y empezó a botarla pero de una manera muy particular en los bosques, bien alejado donde el sentimiento de culpa no llegaría jamás. El problema es que hacía unas composiciones tan buenas que les tomó fotos y se volvió arte, después nos dijo que eso representaba metáforas, historias (nosotros le seguimos la corriente)

Muchos dicen que Conchita sufre el síndrome del supermercado, aquel cuando agarramos un producto que ya no queremos no lo devolvemos en su lugar, ejemplo: dejar los pañales en donde los quesos. Cualquiera que sea su síndrome desde aquí la apoyamos e invitamos a los lectores pasarse por su portafolio donde tiene impresionantes trabajos.